Relato de un Bombero Forestal sobre los acontecimientos ocurridos este verano…
Día 17 de julio 2022, comienza un nuevo día en la Base de Villardeciervos, entramos la cuadrilla de tarde a las 14:00 horas, con la cuadrilla de mañana en un incendio en Figueruela y el pájaro (helicóptero) en otro incendio en Roelos.
17:55 horas, llega el pájaro, 18:00 horas, dan un humo entre Losacio y San Martín de Tábara, nosotros nos anticipamos y nos ponemos a prepararnos y equipar nuestras mochilas por el aire y calor que hacía, de repente Base de Villardeciervos, nos llaman por la emisora: “En cuanto cumpla el descanso el Zulú 2 dirigiros hacia Losacio. Le comunicamos a la Técnica de Base que si vamos en coche tardaríamos menos en llegar a Losacio que espera a que cumpla descanso el helicóptero y lo que tardáramos en llegar. La Técnica se lo comunica al C.P.M. y nos dan la orden de ir en coches, saliendo de la base ya vemos la columna de humo y con el clima que había nos esperamos una larga jornada.
Según llegábamos el fuego llevaba una intensidad muy brava, un gran frente, nosotros con la adrenalina por las nubes…
Llegamos y nos dicen que nos dirijamos al puesto de mando a recibir órdenes para actuar, el incendio ya estaba llegando al pueblo de Ferreruela de Tábara y lo iban a evacuar, nuestra misión era defenderlo.
Nos ponemos en rumbo al pueblo con una Charlie (Autobomba), llegamos al pueblo y con otro guarda subimos a la zona de los molinos, con un Delta (Bulldozer) haciendo un cortafuegos nos dan la orden de dar un contra-fuego para parar ese frente, minutos después se formó una tormenta con un aire bestial empujando el frente de llama hacia nosotros sin conocimiento, las órdenes de nuestro Técnico fueron salir echando ostias de allí que nos iba a pillar, todos corrimos la voz de alarma y empezamos a correr la trocha arriba que hizo el Delta, las llamas estaban encima nuestro ya, no se veía nada, no se podía respirar, picaban los ojos, picaba la nariz, picaba la garganta, un calor horrible, estábamos todos muy nerviosos y la gente se caía, se levantaba y al poco se volvía a caer, pudimos levantar a algún compañero que se había caído.Llegamos al camino reventados pero aún así había que correr y llegar a los coches, en la mente era :”correr o morir” , nos quedaban unos 40 metros para llegar a los coches, llegamos 3 compañeros a 1 coche, abro la puerta y una lluvia de pavesas entrando al coche y todo el humo entrando… hacía tanto aire que eramos incapaces de cerrar la puerta. Salimos cagando ostias por el camino detrás de la Charlie y el fuego lo llevábamos en el culo…llegamos al pueblo y segundos después el fuego ya había cruzado la pista por la que habíamos bajado, “todos pensando que ostia lleva que ya lo ha cruzado”.
Nos paramos los 2 coches en un lugar seguro y faltaban 2 compañeros, el técnico y un especialista. Todos sorprendidos y con la autoestima por los suelos… una muy mala ostia por no saber donde estaban, los pensamientos eran muy malos todo el rato pensando: ¿estarán bien?, ¿habrán quedado entre las llamas…? ¿Dónde ostias están?El Capataz intentando comunicarse con el Técnico pero no daban señales, insistiendo varias veces hasta que nos comunica un Romeo (brigada de bomberos forestales) que los 2 componentes que nos faltaban estaban con ellos, esas palabras fueron un alivio para nosotros.
Nos dirigimos al centro del pueblo para tomar aire y los esperábamos ahí, de repente viene un patrulla de la Guardia Civil y vemos que en donde el copiloto viene nuestro Técnico, paran y lo sacamos y detrás venía nuestro otro compañero, fue una alegría verles, para ellos fue mucho más duro salir de allí. Les damos agua y gominolas con azúcar para que se recuperasen. Cuando al rato, se confirma la muerte de un manguerista el cuál estaba allí con nosotros, se nos cayó el mundo al escuchar esa noticia… Todos sin palabras…Al rato nuestra decisión es ir al Centro de Salud para que mirasen a nuestros compañeros que habían tragado más humo y habían sufrido leves quemaduras. Ya en el Centro de Salud nos ponen a todos oxígeno y de allí nos mandan al Hospital de Zamora a que nos mirasen mejor, ya allí pasamos sobre unas 7 horas con oxígeno hasta las 7:00 la mañana. De allí nos dirigimos a la Base y de allí para casa a descansar… Ya en casa y en la cama era imposible dormir, todo lo que había sucedido se pensaba una y 1000 veces más…
Y a día de hoy se sigue pensando…
Quiero dar las gracias a todo nuestro equipo por lo que se preocuparon por nosotros, a las psicólogas que nos fueron a atender varias veces.
Ha sido un verano muy largo, intenso y sobre todo muy duro pero hemos aprendido mucho sobre el comportamiento de un incendio.
Nunca te olvidaremos Daniel
ATIFCYL
Nuestra Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León asocia a todos y cada uno de los Bomberos Forestales de nuestra comunidad autónoma para luchar por un servicio público de calidad, que nuestra categoría profesional como BOMBEROS FORESTALES sea reconocida y por consiguiente nuestras enfermedades profesionales derivados de nuestro trabajo, continuidad y estabilidad laboral y un Estatuto Básico de Bomberos Forestales a nivel nacional.
Por eso hemos retomado la lucha con más fuerza que nunca, por ser la comunidad autónoma más precaria para con su operativo de lucha contra incendios forestales, porque para poder prestar un servicio al medio natural y rural como se merece necesitamos más meses de trabajo, más medios, más formación y una categoría profesional que refleje nuestro trabajo como Bomberos Forestales.
Los incendios se apagan en invierno, con trabajos preventivos, podas y trabajos de silvicultura que nos permitan poder desempeñar nuestra labor en época de alto riesgo de incendio de una manera segura y más efectiva, mitigando así las consecuencias para el entorno natural y rural, esa parte del país que llaman la España vaciada.
Por eso y por mucho más, Bomberos Forestales en Lucha de Castilla y León y todos sus socios, no pararemos hasta conseguir dignificar una profesión que con el cambio climático encima es más necesaria que nunca.
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