COMUNICADO ANTE EL INCENDIO FORESTAL DE GUISENDO, SIERRA DE GREDOS (ÁVILA)

Acaba de empezar el año y ya hemos tenido el primer incendio forestal de importancia, algo
que desde la “ATIFCYL” vemos con profunda preocupación y nos pone en alerta de la difícil
situación que nos podemos volver a encontrar durante el 2023, después de un 2022 fatídico en
el que los incendios forestales en Castilla y León se han llevado la vida de varios compañeros y
ciudadanos, 4 muertos que no olvidamos, y decenas de miles de hectáreas quemadas.


Las medidas que hasta ahora ha tomado la Junta de Castilla y León son un parche de cosmética
barata que sigue dejando al medio rural a su suerte y a sus trabajadores, una vez más, en la
encrucijada, mientras continúan incumpliendo la normativa impuesta por el Gobierno, de elaborar un
plan anual de prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales.


No se trata de alargar los meses de trabajo a unas pocas cuadrillas, hay una necesidad de
formación y profesionalización del cuerpo de bomberos forestales que hasta la fecha NO
existe
y una gestión del monte adecuada durante todo el año.
Esperar cruzando los dedos a que no pase nada para volver a activar el operativo en Julio no
funciona. La suerte, cuando se trata de algo tan valioso, no es un factor que queramos ni para
los trabajadores ni para nuestro paisaje.


Las altas velocidades del viento y las heladas continuadas que resecan el combustible son
vectores de alto riesgo incluso en invierno.
Las labores de limpieza y mantenimiento de montes en invierno y la vigilancia forestal son
absolutamente necesarias.


La situación durante el incendio forestal de Ávila (23/01) era la siguiente:

 Las tres brigadas helitransportadas desactivadas y/o en el paro.
 Solo había disponibles dos cuadrillas de tierra de 5 personas cada una.
 Autobombas insuficientes o incompletas.
 El helicóptero Hotel, como bombardero, sin cuadrilla disponible.
 Necesidad de apoyo BRIF Puerto El Pico (Ávila) y BRIF La Iglesuela (Toledo, Castilla-La
Mancha) junto con otros medios aéreos del Estado.


Una vez más, nos encontramos con una cantidad de medios totalmente insuficiente y en
pésimas condiciones, pues la Junta de Castilla y León acostumbra a disponer de los medios del
MITECO como si fueran los propios
con tal de mantener un operativo precario y sin una
plantilla permanente. El resultado de todo esto, lamentablemente, es que ha vuelto a hacer
que se calcinen más hectáreas de las que, con un buen operativo y prevención, hubieran sido.


La necesidad de constituir un cuerpo público, profesional de bomberos forestales en Castilla y
León es urgente y necesaria.


Cansados de tretas, promesas y mentiras.


Categoría laboral 5932, estabilidad y profesionalización YA.


¡BOMBEROS FORESTALES EN LUCHA!

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